Vivir sin prisa,
ir creando un algo.
Mezclar y oler los ingredientes
e ir probando.
Llegarán ideas de algún otro,
especias de las que irse enamorando,
aromas de amistades: van y vienen.
Y amigos de buen vino: van ganando
según pasan los años.
Y un día tendrás sal, y todo este tinglado
tendrá sabor
desbordante, permanente,
y habrá segundo plato.
Poco a poco esta cena se irá desgranando.
Y al final de todo quedará el regusto
de todo lo bien hecho, de todo lo guisado.
Irás untando salsas, apurando el vaso.
Y al levantarte de la mesa,
contento, saciado,
mirándome a los ojos pensarás:
la vida es un menú. La vida es como un plato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario